sábado, 30 de enero de 2016

Entrenamiento de la desidia.

Antes de leer nada es necesario 4 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=sCsTirDBv7Y

10.000 horas como mínimo para que termine la fase de entrenamiento de la desidia. Solo contando las horas presenciales, solo la parte que te obliga el sistema, la estructura.

¿Para qué?

Para aprender a separar dos contextos, la vida y “los textos”. Aprendemos autoridad como poder, confundiéndola con MIEDO, desvirtuando la realidad.

“La autoridad no se da, no se impone, sino que es entendida como una concesión que alguien hace sobre otra persona, basada en la confianza que le tiene, y que le hace fiarse de ella.” (Blanco & Sierra, 2013).

Los deberes nos preparan para el futuro... laboral. Terminar para comenzar otra actividad, hacer tareas sin saber por qué ni para qué, para “llegar”  y, cómo dice Pennac en su libro Mal de Escuela, “(...)por cierto ¿adónde llegan los que han llegado?”

Cuando no eres consciente de algo, como Homero cuando el azul no existía”, cometes errores, llamar a los mares oscuros como el vino, pero cuando te haces consciente de que algo es equívoco y lo perpetúas, estamos ante el Sistema Educativo: uno culpa al otro y el otro a aquél pero aquél uno no hace nada por ayudar al otro.

Planteémonos si los deberes son necesarios, pero hagámoslo desde el primer día que somos conscientes. Salvemos a los niños como salvaron a Pennac, el zoquete rehabilitado: El milagro es que un sólo profesor puede salvar a un niño y puede hacer que ese alumno soporte a los otros profesores durante el resto de su escolaridad.” 

Que no tengan que soportarte.

Lee, duda y escribe.

Gracias Nonia por pasarme el vídeo. Gracias Bailen por hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario