Hoy traigo una charla de Mariano Fernández Enguita, sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense, estrechamente
ligado a la educación, en la que nos muestra un camino a seguir
en los problemas relacionados con la profesión docente y la organización
escolar.
¿Cómo mejorar una escuela desde dentro?
Evidentemente hay que tener en cuenta al
protagonista de la acción, que para mí son los aprendices; sin embargo, no
debemos olvidar al colectivo que debe promover las situaciones necesarias para
que se dé la educación y el aprendizaje: los
docentes. Hay que tener en cuenta también que “toda
organización es un conjunto de personas con vistas a un fin” (Enguita). Hay
muchos tipos de organizaciones, sin embargo, hay algo que sí dividen a las organizaciones
y es qué manejan o procesan:
- Procesan interés o valores (los valores son lo que consideramos intereses generales): asociaciones, sindicatos, partidos…
- Procesan bienes o servicios: empresa privada o pública.
- Procesan personas: hospitales, prisiones, escuelas.
'La escuela no es una empresa.'
Más adelante, Enguita manifiesta que el
principal problema que encontramos en la educación es la propia crisis de la
educación. ‘Debemos actuar sobre nosotros
mismo, como colectivo.’
En resumidas cuentas, necesitamos echarle tres manos a la educación:
- La mano de hierro vs impunidad. ‘No puede ser que dé igual hacer las cosas bien que hacerlas mal, o hacerlas que no hacerlas’ No podría estar más de acuerdo con Enguita, pero planteo otro debate a raíz de lo que nos lanza: ¿qué es hacerlo bien o qué es hacerlo mal? ¿A quién dejamos qué lo decida? ¿Y por qué? Me gustaría resaltar en esta parte la famosa frase de ‘esto es vocacional’, pues se hace necesaria una reflexión profunda para entenderla. En un primer lugar, esta profesión, por su propia idiosincrasia, es más factible que sea vocacional que el resto de las profesiones; aún así, coincido plenamente con Enguita, esta frase indica que ‘lo que hago, lo hago porque quiero, porque si no quisiera, nadie podría obligarme a hacerlo. Esto es vocacional’. Una manera de acabar con esto es la mano de hierro.
- La mano invisible (basada en la idea de Smith) vs inmunidad. Enguita nos dice que nuestro interés va a ser el que nos mueva a realizar acciones futuras. Además, plantea un debate muy interesante del cual aún no he tomado parte: ¿debe haber un sistema de incentivos en la educación?
- La mano intangible vs inanidad. Es la que se consigue, desde la cultura o desde el entorno social, que realicemos nuestra labor de manera adecuada. Tiene mucha importancia porque actualmente es imposible gestionar un sistema de incentivos realmente instantáneo, en cambio, la mano intangible es la propia moral, nuestra y de nuestros propios compañeros, que nos va a llevar a realizar buenas acciones.
Sin embargo, según Enguita, la mano
intangible desaparece cuando no hay mano invisible y ambas desaparecen sino hay
mano de hierro. En definitiva, necesitamos convertir las prácticas buenas en
moral, para que, en un futuro, no sea necesaria la disciplina, pero ¿cuáles son las prácticas buenas?
“El problema no son los recursos que no
tenemos, sino los recursos que no usamos.”
Mariano
Fernández Enguita. 15-02-2008
Aquí la charla, duración 20 minutos (los últimos diez son preguntas): La cultura profesional del docente: luces, sombras y cómo salir del túnel.
Lee, duda y escribe.