sábado, 2 de enero de 2016

¿Principio o final? ¿calma o cobardía?

Cuando piensas que no hay vuelta a una sonrisa, a esa paz que te tranquiliza, que te hipnotiza. Cuando todo se para en reflejos de ojos mirando a un suelo invisible, afligidos más por el miedo a un futuro incierto que por el presente que están viviendo, tan imprevisible... Cuando solo queda esperar a que pase el tiempo, a saber la verdad, y a soñar con un nuevo amanecer. Cuando la verdad es oscura y desdeñable que nadie la cree, cuando te preguntas por qué, por qué y por qué. Cuando las respuestas son preguntas que no son respondidas, cuando la vida solo crea heridas, profundiza en el daño y el sufrimiento, cuando escuchas argumentos pero solo te mueve el llanto y la desazón. Cuando miras el cielo y no sientes a tu corazón, solo una tristeza vaga, melancólica que aparta a la razón. Cuando no eres tú y tu yo esta tan lejos que no te encuentras en tus propios reflejos, cuando lo que ves en el espejo es un desconocido, es alguien en el olvido. Cuando ni tan siquiera para ti existes. Cuando solo recuerdas un antes lejano en el que no había nadie, cuando el hoy es tan aborrecible que ni los tuyos separan a escucharte porque creen saberte, creen pensarte. Cuando ni tú te entiendes, ni él ni ella existen en tu cabeza. Nada comprendes cuando el suelo es parte de la vida y el cielo algo con lo que imaginas. Cuando las pesadillas cesan esos son tus sueños, cuando el empeño no es más que al intercambio de oxígeno en los pulmones para mantenerte vivo, cuando el veneno no hace daño porque ya estas contaminado, no sientes dolor, cuando ya no sientes nada. Cuando solo sirves para mover el aire por distintos lugares, cuando eres el protagonista de los antiguos juglares, cuando no escuchas porque el oído se ha amoldado a un mal raído que yace en tu pecho acomodado, cuando nada queda y todo desaparece. Cuando esperas el final para que llegue un principio, cuando ese final es muy remoto y lo que queda cerca es un precipicio. Cuando el único aprecio es a la tranquilidad, obscuridad de un mañana que no existe. Cuando el miedo te posee, te delata y te maltrata, cuando una y otra vez metes la pata, una y otra vez, una y otra vez.  Cuando la solución al problema es un nuevo problema, cuando la realidad supera a la ficción en tu día a día, cuando tú quieres CALMA y otros lo llaman COBARDÍA

Cuando esperas el final para que llegue un principio... cuando esperas el final para que llegue un principio... cuando esperas el final para que llegue un principio... un nuevo principio... cuando esperas el final.

2 comentarios:

  1. Precioso escrito.
    Me ha recordado a esta cita:
    “No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma” J. Krishnamurti
    ¡Sigue así!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar.

      La cita es genial, no la había escuchado.
      ¡Me la apunto!

      Lee, duda y escribe.

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