Hoy traigo un poema compuesto por cuatro estrofas
alejandrinas (14 sílabas) y una epístola en forma de dos tercetos encadenados,
también alejandrinos.
Esperando
la primavera por octubre.
He luchado por gente que nada lo merece,
pero otros han luchado por mí sin merecerlo,
mejor no hacer cuentas y quedarme con las veces
que de corazón sí quise y quisieron hacerlo.
¿Sirven los idiomas sino quieres con ninguno?
La matemática es abstracta, ¿qué es el ciento
uno?
Abre los brazos y siente con el corazón
la emoción de dejar atrás esa comezón.
Regalo
amor en una enorme lata de cobre
con miedo de que la
compre algún acaudalado,
se
quede con todo y no dé nada a ningún pobre.
Regalo
amor en una epístola escrita a mano,
me vacié para estas
letras que no se rompen.
No
busqué victoria; ni digna ni por afano.
Y fue siempre que dijisteis que el hombre
hace al hombre,
olvidando a las mujeres en su incertidumbre.
Zarpáis en vuestro aliento sin miedo a que
zozobre,
yo, aún, esperando a la primavera por octubre.
No llores por recuerdos y quiere en el
presente.
Me es fácil hablar de la mente sin estar cuerdo;
locos por allí y por aquí, por doquier; me
pierdo
en el ruido del silencio de quien está ausente.
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