lunes, 30 de abril de 2018

La pregunta es cuándo.


Antes de que termine el mes, os dejo de un poema endecasílabo que empecé en marzo. Es un poema especial por su estructura: cada estrofa tiene rima consonante en los cuatro versos.

Ha sido un poema que ha tenido un proceso de elaboración complejo. Sin embargo, lo curioso es que en abril podría haber escrito un poema antagonista a este.

Cuando tratas de volar y te faltan las alas, aprendes que corriendo también se llega.

La pregunta es cuándo.

No pienses en mí, es malgastar el tiempo.
Borra las funciones del hipocampo.
Hoy, dos mil dieciocho, estoy en ‘El Olimpo’,
ya dejé de dar vueltas como un trompo.

La desconfianza ni viviendo lento,
ni en mil vidas sabré con los que cuento.
Me diferencio porque yo no miento
ni me quedo para un segundo intento.

Amigos… no volverán a mi bando.
En mí no manda ni el que tiene el mando.
Sentiré nostalgia; la pregunta es cuándo.
Rogué por mis alas; ya estoy volando.

Recé y me di de bruces contra el suelo.
Reconozco la caña, mordí anzuelos.
No mirar no viene bien si eres nuevo.
Creen en dios, yo le pongo huevos.

Pues, por marzo, con el viento que empuja
las cortinas sin 'peros', cual maruja.
Yo creé una pompa y repartí agujas.
Nadie me ayudó a salir de la puja.

No sé si dicen gracias o perdón 
ni puedo ignorarlos, no tengo don.
Al amor hay que ponerle corazón;
la mente te hace perder la razón.

Vivimos una vida de emociones:
comida en la cama y al fondo canciones.
Crecí tras mucho tiempo y sin razones,
maduré después de unas reflexiones.

Contando silabas, versos y barras,
siempre con los pensamientos de marras.
Dudas en la piel, la piel en mil guerras,
guerras a mi mente; mi mente en mazmorras.

La verdad es bandera de mis labios
y mis ojos jamás vieron disturbios.
Mi pesadumbre me creó derrubios
que me hicieron ser yo, no quiero cambios.

La memoria nos crea los disfraces
para ser peces haciendo las paces.
Los malos momentos dañan los cauces,
pues somos folios rayados por lápices.

2 comentarios: