Hoy
presento una charla de Diana Laufenberg. Nos
propone un tema realmente interesante a través de distintas anécdotas ¿qué
diferencias encontramos en las escuelas de hoy con respecto a las de hace 50
años?
Nos
es la primera vez que hablo de este tema. Es realmente curioso que podamos
resumir lo que ocurre en las escuelas y los institutos como una transmisión de
información y cultura. Lo realmente curioso es que este sea el resumen de las
escuelas durante los últimos 50 años (incluso más...). Las diferencias sociales
han cambiado tanto que mantener los mismo paradigmas parece una osadía. Nuestras escuelas fracasan: ¡basta!
En
los sistemas educativos seguimos anclados como si la información y la cultura
perteneciesen a una élite que es la única que puede transmitirla. Y esto, en
cierto modo, no es cierto. Por suerte, las últimas generaciones y las venideras
viven con internet que permite acceder a una gran cantidad de información de
manera sencilla. Además, convivimos con él en la palma de la mano, en este caso,
tal y como dice Diana Laufenberg ¿qué deberíamos hacer?
Puede
que sea más fácil tener en cuenta que no deberíamos pretender. No podemos
cambiar nuestro modelo educativo, en el aula o en el sistema, sin tener en
cuenta algunas cosas. Nos muestra lo imprescindible que es partir de que los
aprendices van a equivocarse, esto es parte del proceso de aprendizaje:
Hoy
en día lidiamos en el paisaje educativo con un entusiasmo por la cultura de la
respuesta correcta única que puede desprenderse de las pruebas comunes de
opción múltiple: eso no es aprender. Es lo peor que podemos hacer: pedirle a
los niños que nunca se equivoquen. (Diana Laufenberg – Diciembre 2010)
Esto
me recuerda a una antigua entrada del blog, de mis favoritas, El Poder del Todavía. Quizá sea hora de dejar
a un lado la idea de que hay que ir a la escuela a por información y la
existencia de una respuesta única, a pesar de que desde el sistema educativo se
siga insistiendo en eso. Así, si consideramos oportuno que necesitamos dar un
cambio, es el momento de ser parte de este cambio. Como muestra Laufenberg, en
nuestras aulas podemos realizar pequeños cambios que resultan realmente
significantes.
No
te pierdas esta charla, dura tan solo 10 minutos: Diana
Laufenberg: ¿Cómo aprender? De los errores.
Lee,
duda y escribe.
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