En
esta ocasión voy a reseñar dos artículos y una videoconferencia. Los textos
elegidos para ello son ‘Political Transition and Democratic Teachers: Negotiating Citizenship in the Spanish Education System’, de Tamar Groves, y ‘La construcción y destrucción de la nación cívica desde la escuela en la Segunda República’ de M.ª Del Pozo. La videoconferencia, de las mismas
autoras, se titula ‘La construcción y la destrucción de la ciudadanía en la España del siglo XX’.
Mi
intención es hacer una reseña en la que ponga de manifiesto las ideas sobre el papel de la escuela en la formación de
ciudadanos en los periodos que aparecen: La II República, el franquismo y
la Transición Española.
Comenzaré
por decir que el debate estará sujeto a los conceptos de
nación de Smith (2009, citado en Del Pozo, 2013): ‘nación étnica’ y ‘nación
cívica’. Así, se traza una exposición de argumentos sobre el periodo
de la II República y la Transición Española partiendo de ellos dos.
En primer lugar, nos
centraremos en la importancia de la sociedad civil, es decir, cómo diferentes
movimientos obreros y estudiantiles golpearon al régimen franquista. Los tres
sectores de lucha -obrero, estudiantil y vecinal- consideraron que era necesario
un régimen más democrático, facilitando las propuestas a los maestros que
querían inculcar ciertos valores. A pesar de los años de diferencia, las ideas
parecen ser semejantes, puesto que el modelo nacionalista que se enfocaba desde
la república era el de ‘nación cívica’, evocando a una comunidad de ciudadanos
con un sentimiento compartido, fundamentando en la ley y en la democracia.
Desde el gobierno republicano se esperaba construir una ciudadanía democrática,
cabe decir que esto no se plasmó en hechos legislativos, aunque, como se señala
en la videoconferencia, sí hubo normativas para que la escuela pasase a ser un
espacio democrático.
Los movimientos estudiantiles que surgen en los años 60 y 70 atacaron
los fundamentos del franquismo, lo que dio inspiración a otros movimientos
(Groves, 2014). Se crearon redes en las que proporcionaron ayuda mutua para cubrir
lo que el Estado no cubría. Estos espacios del segundo franquismo afectaron a
las escuelas. De ahí, los Movimientos de Renovación Pedagógica, es decir, docentes
que dedicaron tiempo para autoformarse, con intención de mejorar sus aulas y
crear ciudadanos activos, en busca de un nuevo modelo pedagógico y social. Como
se afirma en la videoconferencia, la identidad del propio profesor se convierte
en un modelo cívico para los alumnos e implicaciones con respecto al alumnado.
1. Libro usado durante la II República. |
Retomando
el punto inicial del párrafo anterior, la dictadura necesitaba cambiar el
sistema educativo porque, entre otras cosas, el franquismo era contrario a las
ideas que dan sentido al concepto de ciudadanía que previamente había
establecido la II República: parlamentarismo, democracia, sociedad civil,
liberalismo, etc. Los grupos escolares quedan paralizados y se dejan de
construir escuelas hasta los años 60, con el ‘desarrollismo’, pero sin cambiar
las ideas. Por tanto, la escuela seguía siendo un lugar para hacer trabajadores
cualificados, no ciudadanos. En mi opinión, apoyándome en Hirtt (2003), esto
siempre ha sido así, la escuela ha estado a manos del mercado económico y, por
tanto, de los intereses de las fábricas. Asimismo, los currículums cambiaron:
desaparecieron los movimientos progresistas y se crearon asignaturas con
carácter patriótico.
En
contraste con lo anterior, en la II República, los republicanos históricos
identificaban a la República con el pueblo y al pueblo con la nación, pero sin
un imaginario que represente dicha relación de ideales. Se llegó hasta la Orden
de 28 de marzo de 1936, donde se pedía a todos los docentes que en las aulas
debía haber un símbolo republicano, una escultura o una oleografía. Es cierto
que, antes de esto, algunos Ayuntamientos y docentes tenían “cuadros alegóricos” de la República (Del
Pozo, 2013), ocupando el mismo espacio de poder que antes ocuparon la cruz y el
retrato de Alfonso XIII. De hecho, en 1935, se prohibió la exhibición de
elementos políticos en las aulas debido a la cantidad de decoración diversa que
había, a excepción de las representaciones alegóricas del régimen y los
retratos del presidente de la República. Como resultado, según indica Del Pozo
(2013), los únicos dos símbolos nacionales que se introdujeron en las aulas
fueron la bandera tricolor y el ‘himno de Riego’. Los docentes no manifestaron
especial interés por el himno y se negaron a llevarlo a las aulas, como ya
ocurrió con la ‘Marcha Real’ durante el periodo monárquico. En cambio, la
bandera sí tenía la fuerza de símbolo identitario.
2. Libro usado durante la II República. |
Por esta razón los tipos de ceremonias escolares durante la República son muy concretos, como indica Del pozo (2013): la inauguración de grupos escolares e instituciones educativas, denominándolas con los nombres de los héroes de republicanos (literatos, políticos, intelectuales con ideales republicanos), y los festivales infantiles, que mostraban los valores y significados culturales a fines a la República. Por el contrario, en la época posterior, según Groves (2014), hasta los debates se limitaban a los agentes pertenecientes a los ministerios. En mi opinión, esto no facilita una cultura estable, sino que da lugar a resistencias que tratan de impedir la imposición de normas y formas de vida, que, a posteriori, acabar por dividir aún más a la sociedad. Tanto es así que los debates surgieron de forma paralela a los oficiales.
Llegados
a este punto, cabría preguntarse por la percepción de ciudadanía en esta época.
Según Groves (2014) es aquella que tiene que ver con la participación activa en
la gestión de los centros, tanto es así que se convirtió en la base de los
discursos y prácticas docentes. En cambio, la política partía de un modelo
democrático representativo, esto es posicionar la gestión en el Gobierno, sin
impedir la participación del resto. De manera que, como indica Groves (2014),
los docentes sabían que sus movilizaciones debían hacerse como colectivo para
incidir más en las políticas, pues daría lugar a un modelo más democrático. De
hecho, ya había ocurrido algo parecido con el movimiento de ‘El Hispanismo’,
que tuvo lugar por 1935, durante la época de la II República. Según se pone de
manifiesto en la conferencia, el Hispanismo era una corriente que llevaba a
cabo un gran grupo de maestros, inspectores e intelectuales que, según Del Pozo
(2013), reconocían el 14 de abril como fecha fundacional de la ‘nueva España’,
pero no estaban de acuerdo con el concepto de ‘nación cívica’ impuesto por el
Gobierno republicano, puesto que no representaba las esencias propias de la
identidad española. Este colectivo consideraba que la República, muy en la
línea de la etapa monárquica, no proponían un sentimiento español desde la
Escuela, otorgándole menosprecio por aquello que fuese patriótico. Es por esto por
lo que el internacionalismo y la catolicidad era recurrente en sus discursos,
puesto que la idea de pertenecer a una comunidad más grande estaba relacionada
con el socialismo, el comunismo y el anarquismo y, por su parte, tenían claro
que el ser católicos era parte de la moral y los valores españoles. La
intención de este movimiento era formar una historia que una el imperialismo
clásico del S.XVI con los héroes laicos que trajeron la república.
Del
mismo modo, a través de colectivos, la lucha que tuvo lugar durante la
Transición se extendió a otros sectores a base de debates y empoderamiento
ciudadano. De ahí la profesión docente obtuvo grandes ideas para sus propuestas
didácticas que le llevarían a modelos más igualitarios y progresistas. Esos
cambios pasaban, como se indica en la videoconferencia, por cambiar las
relaciones de poder: el niño debería ser el protagonista de su aprendizaje y el
colegio y la comunidad deberían fomentar el sentido crítico, la colaboración y
responsabilidad cívica. Asimismo, se buscaba otórgales habilidades y
posibilidades para la participación ciudadana. Para terminar, resaltaré que, en
cuanto al concepto de ciudadanía, estaba relacionado al de justicia y no tanto
al de responsabilidad, como así lo entendían las democracias liberales o
algunos partidos políticos (Groves, 2014).
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Del Pozo, M.ª (2013). La construcción
y destrucción de la nación cívica desde la escuela en la Segunda República. Revista de Historia Contemporánea, 11.
Groves,
T. (2014). Political Transition and Democratic Teachers: Negotiating
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Hirtt,
N. (2003). Los nuevos amos de la escuela:
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Martínez,
A. (2012). La educación como solución al divorcio escuela-sociedad. Tandem. Didáctica de la educación física.
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