Este poema dodecasílabo me ha costado
mucho escribirlo. Aun así, no he conseguido que me convenza, pero creo que es
un poema en el que he trabajado en él y no se trata de convencer. Esta vez no
espero que os guste.
Sino es todos los días.
Juego con mucho cuidado con mi ayer
huye y parece que ya
no va a volver.
Estallo y estoy enfrente de un papel
sabiendo que sacar
esto va a doler.
Sigo rezando escondido de miradas
que ya sé que no me
van a decir nada.
Para ver prefiero la luz apagada.
¿El ruido? Para mis
mejores jugadas.
La naturaleza: un dibujo de un
árbol.
Las manzanas ya no se
caen, se compran.
Los tomates en un bote, ¡no lo
rompan!
¡Qué daño nos hizo
mirar ‘cara al sol’!
Dejo letras para evitar opiniones.
Lanzo dardos en forma
de poesía
no busco daros, no tengo puntería
y por no tener no
tengo ni cojones.
Muchos gritos y mucha palabrería
porque decir algo ya
es una osadía.
No ataco tu vida, pero sí la mía;
di no
a ser feliz, sino
es todos los días.
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